Entrevista a Laura Racero - Diseñadora Gráfica
Laura Tacero es una diseñadora gráfica con base en Madrid que durante los últimos años se ha especializado mucho en web. Su mayor logro profesional hasta la fecha ha sido en este área, al integrarse en el departamento de nuevos medios de una conocida agencia como directora de arte. Sin embargo, la ilustración digital de tinte surrealista o fantástico es lo que más disfruta haciendo.
¿Cómo empezaste a dedicarte a esto?
Fueron varios los factores que concurrieron, pero básicamente se reduce a la llegada de mi primer ordenador a casa.
Desde bien pequeña, con unos 3 años, el dibujo se convirtió en mi gran ‘hobby’. Más adelante, descubrí el mundo de la fotografía. Y estaba a punto de entrar en la universidad cuando mis padres compraron un PC. El curso siguiente empecé una ingeniería, pero terminé interesándome más por los misterios de la versión 5.0 de Photoshop que por la Ley de Ohm.
Traté de seguir con los estudios técnicos durante un par de años más pero cada vez era más consciente de que, mientras disfrutaba de mis grandes aficiones ante el ordenador, estaba desarrollando nuevas aptitudes, y comprendí que quería pasar a un nivel profesional. Así que, dejé la universidad y me volqué en el diseño. Primero, empecé por mi cuenta, leyendo libros, comprando revistas especializadas… Después, asistí a un curso para profundizar en las aplicaciones… Y finalmente, conseguí mis primeros trabajos.
¿Fuentes de inspiración?
Si hablamos de crear una ilustración, la mayoría de las veces todo empieza con un simple objeto, un objeto que representa un concepto o un hecho, una experiencia (propia o ajena). En otras ocasiones, el proceso es a la inversa… Escucho una canción, rescato sensaciones, recuerdo sucesos, encuentro ideas…, y todo eso me lleva al objeto, al protagonista o motivador de la composición. Cualquier cosa puede desencadenar extrañas imágenes en mi cabeza. No tengo ni me pongo límites en ese sentido.
Ahora bien, si hablamos de diseño gráfico o web, el enfoque cambia porque ya no se trata de algo personal y hay reglas; reglas que, por ej., establece el medio o el cliente. La inspiración deja de serlo. El estímulo espontáneo que te hace producir sin esfuerzo (esto es la inspiración) desaparece. El estímulo hay que trabajarlo, se convierte en algo derivado de un proceso de comprensión y estudio sobre aquello que necesitamos contar a través del diseño (sea éste un microsite, un ‘flyer’, o la portada de un cd).
De todas maneras, en ambos casos, lo que sí ayuda mucho es tener una gran riqueza de cultura visual. No es tanto que proporcione inspiración como capacidad de concretar gráficamente nuestras ideas.
Y hay que relacionarse, abrir cada uno de nuestros sentidos. Si conoces el trabajo de otros ilustradores, diseñadores, artistas, o lees sobre arquitectura y diseño industrial te vas empapando. La inspiración está en todo. Nunca he creído en el diseñador que opera en el vacío.
¿Tienes pautas a seguir a la hora de realizar un proyecto?
Depende mucho del trabajo que haya que realizar, pero creo que sí establezco una rutina.
Primero indago: qué quiere contar/vender/presentar el cliente, qué hizo en el pasado, ¿funcionó?, ¿por qué?, qué hace la competencia,… También busco información relacionada con el concepto o el producto, cualquier cosa que me ayude a darle forma al proyecto. Cuando ya tengo eso, continúo sentando las bases de la pieza: defino el estilo componiendo esquemas de color, eligiendo la tipografía, preparo una colección de imágenes que podrían integrarse en el diseño… Una vez que tengo esas cosas, ya puedo pasar a la acción.
¿Cómo ves el mundo del diseño gráfico en 5-10 años?
Menuda pregunta… Imaginarse cómo será el futuro nunca es fácil porque siempre está en movimiento (Yoda dixit).
El diseño gráfico es comunicación, y la comunicación cambia constantemente, cada vez más rápido. Quizá tengamos que diseñar sitios web para dispositivos móviles ultrasofisticados y diminutos, o (como leí en un blog hace tiempo) nos pidan poner publicidad en los tejados y azoteas de las ciudades para que se vea en Google Earth.
Creo que el futuro del diseño no es una cuestión tanto de modas y tendencias como de en qué manera llegará a la gente. En ese sentido, veo muchos retos y posibilidades, y llegarán cosas que ni siquiera imaginamos. Pero lo que sí tengo claro es que las ideas, la originalidad y la usabilidad seguirán siendo la clave de un buen trabajo.
Y para terminar, ¿algún consejo para los que estén empezando y quieran abrirse hueco?
Se me ocurren dos.
Uno, practicar sin parar. Las horas de trabajo frente al ordenador son para un diseñador lo que las de horas de vuelo para un piloto: es cómo más se aprende.
Y dos, ser original es la clave. No copiar el trabajo o el estilo de otros es fundamental. Cada uno tiene que andar su camino, probar cosas diferentes, explorar…
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